revista Trinchera

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jueves, 14 de julio de 2011

Reclamo salarial y acampe en la capital jujeña

Trabajadores de El Talar, una pequeña localidad del departamento de Libertador General San Martín en Ledesma, provincia de Jujuy, están realizando desde hace 15 días un acampe frente a la gobernación municipal. Reclaman salarios dignos, educación, salud, obras públicas, coparticipación y trabajo. La medida es la segunda en tres meses, ya que las promesas de soluciones a los reclamos nunca llegaron.

Los 68 manifestantes mantienen el acampe frente a Casa de Gobierno, en la Plaza Belgrano, desde hace 15 días, generando la atención de los ciudadanos. La medida, recibió la solidaridad y apoyo de distintas organizaciones y sectores capitalinos, logrando además visibilizar la problemática de El Talar.

El reclamo cobra fuerza cuando se observan los costos de vivienda, ya que mientras que la Circular 09/2011 de Poder Ejecutivo provincial, sostiene que el salario mínimo de la administración pública es de 1.840 pesos, las consultoras privadas estiman que la Canasta Básica Familiar alcanza los 5.000 pesos.

Edid Castro, uno de los trabajadores que está llevando adelante la medida de fuerza, comentó que en mayo pasado estuvieron 21 días acampando en la capital jujeña por reclamos salariales. “Nosotros cobramos de 130 a 300 pesos y estamos esperando que el gobierno nos resuelva esta situación, ya que nuestra municipalidad del Talar no se ha hecho cargo”, afirmó.

Según Castro el 10 de mayo los desalojaron violentamente, deteniendo a cinco de sus compañeros quienes fueron agredidos física y psicológicamente por reclamar pacíficamente un aumento salarial. “Nos trataron como delincuentes pasando por encima de nuestros derechos ciudadanos”, remarcó.

Los trabajadores se habían reunido en mayo con el diputado Rivarola, el cual se había comprometido en gestionar un aumento que llevaría los mínimos a 2 mil pesos, para que puedan ser cobrados en el mes de julio. “Los compañeros jornalizados depusimos el acampe y nos devolvimos a nuestras casas esperando que estas promesas se cumplieran”, señaló Castro.

Ante los engaños y la negativa de los gobiernos en resolver la problemática de sueldos, que llegan a valores que se podría comparar con los tan conocidos y repudiados casos de trabajo esclavo descubiertos en el norte del país hace pocos meses, llevaron a que se volviera a tomar la medida de fuerza. “Sabían que no nos quedaríamos con los brazos cruzados y decidimos volver a la capital jujeña y retomar nuestro acampe. Pero esta vez desde el municipio de Talar mandaron a gendarmes a detener nuestro viaje, por lo cual tuvimos que salir de Talar en grupos de 5 y en distintas líneas de colectivo, para que no nos detuvieran”, denunció Castro.

Castro agregó que a este reclamo se han unido otras luchas como las encabezada por Laura Galea, de la localidad de Pálpala, exigiendo la reincorporación de ella y 6 compañera a sus puestos de trabajos.

“El primero de julio levantamos el segundo acampe frente al municipio de Jujuy, y hasta el día de hoy no hemos conseguido tener respuesta alguna sobre nuestras demandas”, concluyó.

“Hacemos un llamado a la solidaridad de los trabajadores y organizaciones sociales a apoyar y difundir nuestra lucha”

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