revista Trinchera

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lunes, 18 de abril de 2011

17 de Abril: Día Internacional de la Lucha Campesina

Por: Nicolás Sampedro


LOS PUEBLOS SEGUIMOS LUCHANDO

Un día como hoy, hace 15 años, 19 campesinos, militantes, compañeros, se iban físicamente de este mundo de manos de las policías militares brasileñas, a las cuales poco les importó la vida de sus conciudadanos.
Un 17 de abril de 1996 cientos de campesinos del MST (Movimiento de los Sin Tierra de Brasil) marchaban en El Dorado dos Carajas, cuando las fuerzas represivas del estado abrieron fuego a mansalva hacia los manifestantes. El saldo del hecho fueron 19 militantes muertos, 69 con diversas mutilaciones y cientos de heridos. Sin dejar de recordar que de entre las víctimas al menos 10 fueron ejecutados extrajudicialmente luego de que se rindieran.
Aquel lamentable día la Vía Campesina estaba celebrando su Segunda Conferencia Internacional en Tlaxcala, México. En base a los acontecimientos sucedidos en Brasil, campesinos, mujeres y hombres de todo el mundo, declararon ese día como el “Día Internacional de la Lucha Campesina”.
Un año después en Bolivia, fueron asesinados 5 compañeros indígenas, entre los cuales se encontraba una mujer y un niño, que permanecían de vigilia en defensa de la Pachamama (Madre Tierra) y del cultivo de la hoja de coca.
Aberraciones como estas son más frecuentes de lo que muchos podemos imaginar. Y generalmente son los campesinos, los originarios, o los pobres son los que lo sufren en carne propia.
Los años han pasado y la situación no sólo no ha menguado, sino que se ha incrementado. Los campesinos, originarios y trabajadores rurales a lo largo y a lo ancho de toda nuestramérica, sufren a diario los desalojos propiciadas por las multinacionales que sólo buscan llenar los bolsillos de sus accionistas, en estrecha alianza con los gobiernos de turno.
En la actualidad de los mil cuatrocientos millones de personas que viven en condiciones de pobreza extrema en los países en desarrollo, el 75% viven y trabaja en zonas rurales. Los modelos agroexportadores o agromineroexportadores (como el argentino) dan prácticamente rienda suelta para que se sigan violando los derechos de estos hermanos, que en muchos casos se ven forzados a producir para la exportación, ingresando en las lógicas de los modelos de producción industrial; cuando no a tener que vender sus propiedades por no poder solventarlas, si es que no se las roban.
Este robo programado y sistemático, se da con el apoyo y la connivencia de los gobernantes de turno, que les facilitan las cosas a unas pocas transnacionales que terminan adueñándose de la producción y la comercialización de los alimentos. Ya sea desde la producción y venta de semillas (Monsanto), hasta la comercialización minoritaria de productos ya elaborados en las cadenas de supermercados, destruyendo día a día un poco más, la agricultura campesina.
La lucha de los campesinos, originarios y trabajadores rurales, se viene dando desde hace mucho tiempo, y eso hora de que empecemos a comprometernos con ella. Porque también son nuestras. Si hoy les pasa a ellos, mañana nos puede tocar a nosotros. Quizás no de la misma manera, pero si con la misma injusticia.
Desde hace algunos años cada vez se escucha con más fuerza el término Soberanía Alimentaria. Concepto al cual muchos adherimos. Pero ¿Qué significa Soberanía Alimentaria?
La Soberanía Alimentaria defiende el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sustentable y ecológica, y el derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Sitúa a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas. Defiende los intereses de e incluye a las futuras generaciones. Ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el comercio libre y corporativo y el régimen alimentario actual, para encauzar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastoriles y de pesca hacia su gestión por productores y productoras locales.
La Soberanía Alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, otorga el poder a los campesinos y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sustentabilidad ambiental, social y económica. La Soberanía Alimentaria promueve el comercio transparente, que garantice ingresos dignos para todos los pueblos, y los derechos de los consumidores para controlar su propia alimentación y nutrición. Garantiza que los derechos de acceso y la gestión de nuestra tierra, de nuestros territorios, nuestras aguas, nuestras semillas, nuestro ganado y la biodiversidad, estén en manos de aquellos que producen los alimentos. La Soberanía Alimentaria supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos étnicos, clases sociales y generaciones.
El concepto de Soberanía Alimentaria fue presentado como nuevo paradigma por La Vía Campesina, movimiento internacional que engloba a organizaciones campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, comunidades de pueblos originarios, gente sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas migrantes de 70 países de Asia, África, Europa y América, durante la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el año 1996.
Posteriormente tres eventos mundiales reunieron a los movimientos sociales y a la sociedad civil en su conjunto para avanzar en el concepto de Soberanía Alimentaria: en septiembre de 2001, el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria de La Habana; en junio de 2002, el Foro de Organizaciones No Gubernamentales / Organizaciones de la Sociedad Civil para la Soberanía Alimentaria de Roma, paralelo a la Cumbre Mundial de la Alimentación; y en febrero de 2007, Nyéléni, el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria, en Sélingué, Mali, África.
La lucha por un mundo mejor, más justo, más saludable y más soberano, está demostrado que no dependen del “progreso” o del “desarrollo” como nos quieren hacer creer las elites políticas y económicas mundiales. Depende del compromiso y la participación que cada uno de nosotros asuma en su vida. Ya sea como militantes político-estudiantiles, político-ambientales o político-sociales (entendiendo a la militancia como una forma consciente de ejercer una política de vida, y una vida política)
Quienes optamos por asumir el compromiso de buscar un mundo mejor, tenemos la obligación ética y moral de apoyar, difundir, y participar de todas las acciones que estén en nuestro mismo camino, y denunciar y luchar contra las que estén en nuestra contra.
Las cartas están empezando a caer sobre la mesa, y depende pura y exclusivamente de nosotros hacer algo con ellas. LOS PUEBLOS QUE BUSCAMOS LIBERTAD Y SOBERANÍA NO PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO DESDE UN SILLÓN. SI REALMENTE LO QUEREMOS DEBEMOS SALIR A BUSACARLO Y LUCHAR POR ÉL.






Bibliografía:

·         http://www.mnci.org.ar/
·         www.viacampesina.org.
·         www.cloc-viacampesina.net

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